El GESAL asume la necesidad de promover una perspectiva en salud colectiva de respeto mutuo, poniendo el conocimiento científico a disposición de la comunidad en general, y los actores sociales en particular, para su beneficio y desarrollo, en concordancia con los principios éticos que rigen el campo de la salud pública como fuera estipulado por organismos como la Organización Mundial de la Salud / Organización Panamericana de la Salud y la Organización Internacional del Trabajo.

El GESAL se propone colaborar con representantes de trabajadores, comunitarios, profesionales y técnicos/as, empresarios/as, directivos/as y trabajadores/as, que entiendan y deseen poner en práctica una nueva manera de cristalizar la salud en el trabajo y la comunidad a partir del diálogo, el consenso, la participación y la justicia como valores centrales del desarrollo sustentable.

Principios

El GESAL desarrolla sus actividades promoviendo y fortaleciendo una práctica profesional sustentada en los siguientes principios.

Interdisciplinariedad

La compleja trama de determinaciones del mundo de la producción requiere que los problemas de salud de los trabajadores y de la comunidad sean abordados desde sus múltiples dimensiones y consecuencias. Los ya tradicionales saberes hegemónicos en salud laboral (seguridad e higiene, medicina del trabajo), así como en epidemiología ambiental (ingenieros sanitaristas, médicos, bioquímicos), requieren, además, una transversalidad entre disciplinas del campo del derecho, tecnológico, económico, social, psicológico, ambiental y epidemiológico.

Participación

El aprendizaje, recuperación y sistematización de los conocimientos y saberes informales debe ser el fundamento para la generación de un conocimiento socialmente útil. La construcción de la transversalidad de los problemas debe realizarse a partir de dichos saberes producidos por los diversos colectivos de trabajadores a través de su experiencia de trabajo y de la comunidad en su territorio. Además, participación significa espacios y procedimientos para aumentar el control sobre las condiciones de vida y de trabajo, repercutiendo, en primer lugar, sobre la salud, y en segundo término, sobre la productividad y el desarrollo.

Gestión y responsabilidad

El «deber ser” de la protección de la salud, tanto en el campo ambiental como el laboral, no puede ignorar la existencia del conflicto de intereses respecto a la salud en el trabajo y comunitaria. Por lo tanto, la gestión de la salud colectiva es un eje de trabajo imprescindible para aumentar su eficiencia. Más allá de las responsabilidades legales por parte de los empleadores en particular y del Estado en general, en ambos campos, es necesario un espacio para la gestión de conflictos. El desarrollo de las actividades de investigación y formación tiene en cuenta esta necesidad de fortalecer las capacidades de los actores sociales para desempeñarse en la cogestión de la salud laboral y colectiva.

Gobernanza

El nivel local es el ámbito territorial por excelencia para articular la participación de los actores sociales en la transformación de los determinantes sociales de la salud. La promoción de la salud y la prevención de las enfermedades encuentran en el nivel local el escenario más adecuado para la participación colectiva. Y son los gobiernos locales quienes enfrentan, no siempre con los recursos y habilidades necesarias, los desafíos más grandes en salud, ambiente y democratización. La universidad pública posee una responsabilidad en el desarrollo de las herramientas y metodologías que fortalezcan esas capacidades.